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CADIVAZO: señor gobierno, ¿me regala una limosnita?

Estaba escribiendo una entrada sobre un tema completamente diferente, pero teniendo en cuenta lo que ha sucedido ayer en Venezuela, que muchos han calificado como “viernes negro” no pude quedarme impasible. No me gusta hablar de política ni tocar estos temas en público, siento que es como estar ahogándose mientras otros te describen el agua. Pero esto sucedido ayer es la estocada final, el colmo de la humillación . Pareciera que no tenemos dignidad, al menos frente a los ojos del estado.

¿De qué va el cadivazo?

Hoy se publicó en la Gaceta Oficial N° 39.316 la Providencia N° 099 de CADIVI, que establece nuevos requisitos, controles y trámites para solicitar la autorización de divisas para consumir en el extranjero. Un resumen sería el siguiente:

  1. Fragmentación del cupo electrónico: anteriormente los venezolanos disponíamos de una cuota de US$300 para gastarlos a placer en compras vía web. Actualmente, ese cupo se fragmentará en 3 partes de US$100 cada una, que se activarán cada 4 meses. Si no consumes esos US$100, se perderán y tendrás que esperar 4 meses para poder disfrutar de ese monto.
  2. Cupo viajero: se recorta la cantidad asignada a cada destino. Para viajar a Estados Unidos, se aprobará un máximo de US$700. Para África, Europa y Oceanía, se asignará un cupo de US$1000 (1 a 7 días) y US$1125 a 2000 para estadías de 8 días en adelante. Si desea viajar a Canadá, Chile, El Salvador, Guatemala y otros países integrantes del ALBA y MERCOSUR, serán US$700 para 1 a 3 días de viaje y entre US$1603 a $1500 para 8 días o más.Si tu viaje es para Aruba, Belice, Bonaire, Colombia, Costa Rica, Curazao, Guayana, México, Panamá, Perú y Surinam, se asignará un máximo de US$300 (1 a 3 días de estadía), $500 para 4 a 7 días y entre US$700 a $525 para 8 días en adelante.
  3. Dólares en efectivo: ya no se entregarán en la agencia de banco, sino que se obtendrán a través de cajeros automáticos en el exterior.
  4. Excluida la banca privada: si no tienes cuenta y/o tarjetas de crédito en alguno de los bancos del Estado (Venezuela, Bicentenario, Banco del Tesoro, entre otros) no podrás tramitar ninguna solicitud de divisas.

Señor Estado, ¿me regala una limosnita?

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Esto no se trata de no poder comprarte el celular que querías en Amazon, tampoco de que ya no puedas ir a visitar otros países; el verdadero problema surge hace doce años con la creación del control cambiario. Si bien es cierto que la “razón” para el nacimiento de CADIVI fue la fuga de capitales (al menos desde la perspectiva del gobierno), el poder controlar la forma en que inviertes tu propio dinero es una forma de control político. Los cupos no son más que una mesada que te da papá gobierno, como te la regalaban cuando eras niño y creías que ese era tu dinero, pero no, era de tus padres y una forma de someterte. Quien te da dinero, detenta poder sobre ti.

Cada vez que queremos viajar o comprar alguna cosita por internet, tenemos que ir a pedirle a Papá estado que nos regale una limosnita, como si fuera una beca, una mesada. Ahora vivimos más que nunca en una isla, encerrados. No hizo falta cerrar las fronteras ni prohibir los vuelos. Bastó con no pagar las deudas con las aerolíneas y limitar nuestro acceso a las divisas. ¡BAM! Estamos presos.

Lo que me sorprende es que hasta ahora la gente levanta la voz y se queja. Esto no es nuevo, esta violación a la libertad ha estado presente desde hace doce años largos años. en los que no podemos decidir con libertad si queremos viajar, comprar o sencillamente rellenar con dólares nuestro colchón. Me da ternurita la gente llamando a protestar, ¿por qué no protestaron cuando CADIVI comenzó? Claro, para muchos esto de los cupos era todo un negocio. Raspar y vender tus cupos era una mina de oro. ¿Para qué trabajar 12 meses si en un momentito puedo obtener más de doscientos mil bolívares?. Vendiendo el cupo electrónico podías ‘ganar’ unos Bs. 50.000, que con un sueldo mínimo de cinco mil tardarías diez meses en obtener. Se que no todos usaban sus cupos para estas cosas, sino para adquirir cosas necesarias que de otro modo no podrían tener, lo que me lleva a otro punto:

Hay quienes califican de ridículas las quejas de la clase media, afectada por estas medidas, alegando que eso estaba destinado para adquirir lujos y cosas innecesarias; que lo único necesario es la comida y la vivienda. Pareciera que están acostumbrados a su propia miseria, aceptando la visión de quienes nos definen desde el poder como seres primitivos y básicos. Todos tenemos aspiraciones, todos anhelamos una vida de confort material (¿quien no quiere tener un carro, una casa, viajes y demás?) pero cuando nos rodea la pobreza tanto tiempo, cuando normalizas la crisis económica, la inseguridad y te acostumbras a agachar la cabeza y hacer cola para comprar papel higiénico y a pedirle una limosnita al estado para poder viajar o para comprarte un teléfono por Amazon, estás aceptando lo que te imponen. Eres parte del sistema.

Entonces, desde mi perspectiva, es un poco inútil venir a quejarse ahora. Tenemos años esperando esta debacle, es crónica de una muerte anunciada. Aquí no hay potes de humo, ni deseos de venganza contra la clase media. Es consecuencia lógica de años de malos manejos, la falta de divisas perdidas en medio de la corrupción, y un control de cambio que se niegan a levantar porque sería una forma de otorgarnos la libertad. Amanecerá y veremos, yo sigo de este lado, con una mezcla de desesperanza y de felicidad por todos aquellos que lograron irse mientras pudieron, mientras veo las colas eternas para comprar comida con captahuellas y números de cédula, y recuerdo con sorna a aquellos que decían ilusamente “Venezuela no es Cuba”.

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